A día de hoy, lamentablemente las conocidas ya como «ciberestafas» están a la orden del día. webs “de compra venta de productos de segunda mano», alquileres que no existen, SMS que llegan a nuestros móviles avisando de que tenemos un paquete retenido y necesitamos actualizar los datos o mensajes que advierten del bloqueo de nuestra cuenta bancaria. Nos gustaría advertir de una «ciberestafa» que se produce con bastante asiduidad, pero que por pudor no se termina poniendo en conocimiento de la policía, se denomina «estafa amorosa».
El perfil de víctima suele ser “mujeres de mediana edad, con las que los estafadores simulan establecer una relación sentimental”.
Poco a poco la historia se afianza, con conversaciones frecuentes a través de redes sociales y chats, hasta que acaba derivando en pedir dinero. La policía reconoce que es una estafa “muy delicada tiene componente sicológico, las victimas se muestran más dolidas emocionalmente que otra cosa”